martes, 29 de octubre de 2013

VIENA LA PRIMERA DE LA CLASE

Desde el gobierno municipal, impulsor del plan "Smart City Viena",destacan que el
objetivo final es ser autosuficientes energéticamente y reducir las emisiones a cero

Hace tres años que, de forma consecutiva, Viena encabeza el ranking más reconocido de ciudades con mejor calidad de vida del mundo (para hacernos una idea, Barcelona ocupa la 40a posición). La capital de Austria ha recibido también varios reconocimientos internacionales por su sistema de gestión de residuos, buena parte de los cuales se transforman en energía, y es una de las ciudades que más se acerca a la sostenibilidad plena. Las Naciones Unidas la consideranla ciudad más próspera del planeta, y ahora destaca también entre las ciudades inteligentes, en una muestra clara que todos estos conceptos deben ir de la mano. Medio ambiente, economía, innovación, eficiencia energética, movilidad y participación ciudadana son los ingredientes de un cóctel que, a estas alturas, parece que ninguna parte se mezcla tan bien como en Viena.
Desde el gobierno municipal, impulsor del plan "Smart City Viena", destacan que el objetivo final es ser autosuficientes energéticamente y reducir las emisiones a cero, pero sobre todo con el objetivo de mejorar aún más la calidad de vida de los habitantes de la ciudad y poder ofrecer el entorno idóneo para que las empresas generen empleo. Y todo ello con una visión a largo plazo, que más allá de probar algún proyecto piloto, busca aplicar medidas efectivas para el máximo de gente posible.
Viena se mueve
La ciudad de Viena tiene 1,7 millones de habitantes, 2,5 en el conjunto del área metropolitana. El sistema de transporte público, que integra 5 líneas de metro, 29 de tranvía y 90 de autobús, 24 de ellas nocturnas, está considerado como uno de los más rápidos y eficientes del mundo, y registra más de dos millones de pasajeros diarios, el 36% de los desplazamientos que se hacen en la ciudad.

Con datos de 2010, sólo uno de cada tres desplazamientos se realizan en coche, el 31% para ser exactos. El 28% se realizan a pie, el 5% en bicicleta y el 36% en transporte público. Pero para 2020 esperan que los vehículos privados sean el 23%, el transporte público el 40% y las bicicletas el 10%. Para ello combinan acciones de mejora de las infraestructuras, estrictas medidas de aparcamiento dentro de la ciudad y campañas de imagen del transporte público, además de unos precios muy razonables (15 euros por viajes ilimitados durante una semana, 45 por el mes entero o 375 para todo un año) y nuevas formas de vender los abonos, que se pueden obtener online e imprimirlos en casa o incluso prescindir del papel y llevarlos en una aplicación del móvil. Para los próximos años los objetivos se centran en potenciar la bicicleta y los vehículos eléctricos.
La casa por el tejado
La eficiencia energética en los edificios es la clave que permitirá a las ciudades reducir el consumo en los próximos años. Y en Viena tienen una situación privilegiada para empezar a aplicar medidas a gran escala: el 40% del millón de viviendas de la ciudad son pisos propiedad del ayuntamiento o de agencias de alquiler sin ánimo de lucro. Por ello, además de aplicar criterios de eficiencia en las nuevas construcciones, se han centrado sobre todo en la rehabilitación de los edificios ya existentes.

En el año 2000 pusieron en marcha el proyecto Thewosan para renovar el aislamiento térmico de edificios residenciales y reducir así el gasto en calefacción. Durante una década se aplicó a más de 800 bloques de viviendas, que hacen un total de 60.000 viviendas. Todos estos edificios son ahora de 'bajo consumo', y calculan que esto ha permitido evitar unas 150.000 toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones anuales de 60.000 vehículos. El plan continúa aplicándose a más edificios, para tratar de llegar en breve al 10% de todas las viviendas de la ciudad.
Además, el ayuntamiento ofrece asesoramiento para instalar jardines en los tejados de las casas, e incluso en las fachadas, que, además de los beneficios obvios de acercar las plantas a los vecinos, ayudan también a la refrigeración de los edificios durante los meses de más calor.
Energía limpia y de producción propia
Uno de los objetivos más destacados del plan 'Smart City' de Viena es la previsión que, para el año 2050, los edificios de la ciudad no consumirán más energía de la que serán capaces de producir. Para ello habrá que reducir hasta la mitad el consumo per cápita, y con esta idea Viena es la primera gran ciudad europea en poner en marcha un SEP (
programa de eficiencia energética urbana), un conjunto de medidas con las que prevén reducir el consumo en viviendas, empresas y servicios.
Por ejemplo, mediante la mejora de la eficiencia en ascensores, bombas de circulación del agua, sistemas de ventilación o la iluminación, entre otros. Y, por otro lado, también prevén incrementar la producción de energía propia y de origen renovable.
Una parte ya proviene de su premiado sistema de gestión de los residuos, que además de incidir en la prevención, la separación y el reciclaje, destina buena parte de los desechos no reaprovechables a la generación de energía, tanto en plantas especializadas de incineración como para la utilización de los gases provenientes de vertederos y de fermentación de la fracción orgánica. A estas alturas, la incineración proporciona más de una tercera parte de la calefacción de la ciudad. Además, Viena cuenta con una de las centrales de biomasa más grandes que se han hecho nunca, que genera electricidad para 48.000 viviendas y calefacción para 12.000 más. Y para los próximos años, está prevista la construcción de una planta de producción geotérmica.
Actualmente, además del sistema de calefacción urbana ('district heating') con que ya cuentan muchas ciudades europeas, en Viena se está instalando también un sistema paralelo de refrigeración, para dar respuesta a la demanda creciente de aire acondicionado en los meses de verano. Nuevas plantas de refrigeración dan servicio, mediante conducciones específicas, a grandes hospitales y edificios de oficinas de una manera más eficiente que los aparatos individuales.
Viena 2.0
La participación ciudadana y la mejora de la comunicación entre ayuntamiento y residentes es otro de los pilares del plan 'Smart City' de Viena. Y no faltan recursos: la administración municipal tiene más de 56.000 ordenadores para 35.000 empleados, casi 3.500 de los cuales se dedican a la gestión de los sistemas de información y nuevas tecnologías, desde responsables de los servidores a community managers.

La ciudad ya se comunica con sus habitantes mediante facebook y twitter, ha creado varias aplicaciones para móviles (incluida la que permite llevar el abono de transporte al teléfono), ofrece la información en plataformas de datos abiertas a internet accesibles para todos y tiene un completo sistema de e-gobierno para facilitar las gestiones de empresas y particulares. Ahora están poniendo en marcha el proyecto WienWin, una base de datos de productos y servicios de  innovación de la ciudad que tiene el objetivo de conectar las empresas del sector.
Durante el año 2012, de abril a octubre, Viena experimentó lo que denominan 'un modelo de democracia directa y solidaria'. El proyectoVienna Charterbuscaba recoger opiniones de todos los grupos de edad, en todas las zonas de la ciudad e incluso en varias lenguas, para mejorar la vida en los barrios. Este modelo de participación, abierto a toda la ciudadanía, ha incluido charlas presenciales y debates virtuales, con foros online con moderador. Se ha hablado del funcionamiento del transporte público y los derechos de las mujeres o los niños, pasando por cómo compartir los espacios públicos o la protección de los consumidores.En total participaron 8.500 personas, con un total de 47.000 comentarios online. Los resultados sobre cada gran tema (convivencia, respeto, espacios compartidos) se han publicado en la web.
Viena es ya una referencia indiscutible de''Smart City ', y están muy orgullosos (vea este vídeo), gracias en buena parte a medidas puestas en marcha incluso antes de que se hablara de este concepto.
Participación, eficiencia energética, y movilidad sostenible han sido claves para ofrecer una altísima calidad de vida. Y ahora, además, quieren también convertirse en el gran centro de investigación e innovación en tecnologías aplicadas a la ciudad, con la implicación de universidades, empresas y centros de investigación. Habrá que estar atentos porque es seguro que seguiremos oyendo hablar, y mucho, en los próximos años.

http://www.greenpeace.org/ - ECOticias.com

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